¿PUEDE UN CREYENTE CELEBRAR HALLOWEEN?

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El debate sobre halloween surge cada año entre los creyentes

¿Puede un creyente celebrar halloween? Es un debate que surge cada año en las iglesias porque existen ciertas reservaciones sobre si un creyente debe celebrar esta fecha o no, debido a su origen y símbolos. Este artículo trata de ofrecer una breve historia del halloween y su significado para el creyente.

¿Recuerda lo divertido que era andar por el vecindario acumulando bolsas de dulces?

Aunque generalmente las tradiciones de Halloween se festejan sin malicia, no obstante es un evento muy serio para quienes practican la brujería y el satanismo. Esa noche es de las “menos santas” y tiene sus raíces en prácticas ocultistas. La Biblia nos advierte diciendo que Satanás y sus demonios son reales y que trabajan activamente detrás de todos los errores de Halloween”.

“Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios”.
1 Corintios 10:20

¿Qué es Halloween y cuál es su origen?

Halloween es un día festivo celebrado el 31 de octubre, mayormente en los Estados Unidos. Es una fiesta que se distingue por los disfraces, dulces y temas sobrenaturales.

Ya en el siglo VI A.C., los celtas del norte de Europa (irlandeses y escoceses) celebraban la transición del fin de año y la apertura a otro mundo con la fiesta de “Samhein” (se pronuncia ‘sow-in’; ‘ow’ rima con ‘cow’) y significa Festival de los muertos o Fin del Verano, festividad del sol que se iniciaba la noche del 31 de octubre y que marcaba el fin del verano y de las cosechas.

Según la religión celta, aquella noche el dios de la muerte permitía a los difuntos retornar a la tierra, fomentando un ambiente de terror. las almas de algunos difuntos se encontraban dentro de animales feroces y podían ser liberadas con sacrificios de toda índole a los dioses con sacrificios, incluyendo humanos. Una forma de evitar la maldad de los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos era disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibido ante sus miradas.

Para el siglo ocho con la influencia romana, la iglesia católica quiso “cristianizar” la celebración, por lo que declaró al 1 de noviembre como “La Solemnidad de Todos los Santos” y cuya celebración empieza desde la noche anterior.

Por ello la noche del 31 de octubre, en el inglés antiguo, era llamada “All hallow’s eve” (víspera de todos los santos). Más adelante esta palabra se abrevió a “Halloween”. El halloween se ha celebrado en los Estados Unidos desde la era colonial.

Y a pesar de “cristianizar” esta tradición celta, la mayor parte de las prácticas de Samhein continuaron.

Símbolos del Halloween

  • Los muertos y espíritus: Los celtas creían que los muertos y los espíritus regresaban la noche del 31 para visitarlos y atormentarlos.
  • Truco o trato: Para ganar el favor de los fantasmas y malos espíritus, en cambio de que no los molestaran, familias dejaban frutas y dulces en el frente de sus casas.
  • Los disfraces: Originalmente los disfraces se usaban durante las ceremonias que hacían los celtas. Luego se usaban para representar a los espíritus que vagaban por las calles esa noche. Personas se vestían de ellos poder tomar las frutas y dulces que otros dejaban afuera. Si no encontraban nada pues les hacían bromas a los de la casa (truco o trato). Los disfraces siempre eran de fantasmas, esqueletos, brujas o demonios. La combinación de los disfraces y el truco o trato forman gran parte de las celebraciones de hoy.
  • Las supersticiones: Las solteras consultaban a adivinos para que estos les revelaran quienes serían sus futuros esposos. Usualmente el ritual involucraba algún tipo de espejo, dichos y manzanas.
  • La cosecha: Debido a que la fiesta cae en el tiempo de las cosechas, es común que los frutos de la época formen parte de cualquier celebración durante este tiempo. Las calabazas y las manzanas son bastante típicas.
  • Las calabazas: Las calabazas talladas con la imagen de una cara y alumbradas con una vela por dentro tiene su origen en Inglaterra con la historia folklórica de un hombre llamado Jack, quien quiso engañar al diablo.
    En cambio, el diablo lo condenó a que viviera el resto de su vida con sólo la brasa del fuego del infierno para alumbrar su camino. La imagen ha sido asociada con el halloween desde la llegada de inmigrantes a las colonias. Conoce más sobre la leyenda
  • Anaranjado y negro: El anaranjado tradicional se relaciona con la cosecha de otoño y el negro representa la muerte. Estos son los temas principales del Festival de los muertos de Halloween.
  • Manzanas: Eran la fruta favorita de Pomona (la diosa romana de los jardines y huertas) y muchos juegos de adivinación se centraban en ellas. Para las brujas, las manzanas todavía simbolizan la renovación de la vida. (¿Recuerda el cuento de Blanca Nieves?)
  • Gatos negros y murciélagos: Antiguamente se pensaba que las brujas podían convertirse en gatos, en especial en la noche de Halloween. El murciélago simboliza tanto a las aves (o el alma, como a los demonios (que moran en tinieblas). En la Edad Media se creía que con frecuencia el diablo adoptaba la forma de un murciélago.

¿Podemos reconciliar el Halloween con el principio de la Biblia?

Precisamente esto fue lo que el papa Gregorio III quiso hacer al combinar las fiestas de Samhein y las de todos los santos. Aun así, la gente continuó con los rituales y las supersticiones paganas.

El mensaje de la Biblia se basa en el triunfo de la vida sobre la muerte, de la luz sobre las tinieblas. No podemos encontrar ningún pasaje bíblico que hable sobre la muerte, el diablo, los demonios y la oscuridad en forma positiva. La Biblia no enseña que estas cosas son dignas de nuestra observación y reverencia. El evangelio es básicamente la historia de cómo Yeshúa venció a Satanás y al pecado, y la liberación que nos ofrece de la muerte y el miedo.

Bíblicamente la respuesta es «no.» No se puede reconciliar el Halloween, y ninguna otra fiesta a los muertos, basado en lo que la Biblia nos enseña. Pero, secularmente, hay creyentes que continúan participando en eventos de Halloween como lo hacen con otros días festivos como los son el día de independencia, el día de las madres, día de los trabajadores, etc. Y no digo que estos otros eventos sean malos, sino que ven al Halloween “no tan malo” y que puede uno participar de él tanto como de los demás eventos seculares.

Entonces, ¿Qué debe hacer el creyente con el Halloween?

El que un creyente pueda o no pueda celebrar Halloween puede ser un tema muy controversial. Algunos cristianos celebran Halloween simplemente usando disfraces y divirtiéndose, viendo esto como algo inocente e inofensivo. Otros creyentes, sin embargo, están igualmente convencidos que Halloween es una fiesta satánica establecida para adorar espíritus malignos y promover las tinieblas y la maldad. Así que,

¿Quién tiene la razón?

¿Es posible para los creyentes celebrar Halloween sin comprometer su fe? 

La fiesta de Halloween, sin importar como sea comercializada, tiene casi completamente orígenes paganos. Tan inocente como pueda parecer para algunos, no es algo que se deba tomar a la ligera. Los creyentes tienden a tener varias maneras de celebrar o no celebrar Halloween. Para algunos, significa hacer una “fiesta alternativa” como la fiesta de la cosecha. Para otros, es mantenerse lejos de los fantasmas, brujas, duendes, etc., y usar disfraces inofensivos, por ejemplo: trajes de princesa, payasos, vaqueros, superhéroes, etc. Algunos deciden no hacer nada, eligen encerrarse en sus casas con las luces apagadas. Con nuestra libertad como creyentes, estamos libres de decidir cómo actuar.

Cada creyente tiene que depender de sus convicciones en cuanto a un tema como este. La Biblia habla claramente de que el creyente es luz y que ya no pertenece a las tinieblas. Considerando los símbolos de halloween, podemos ser guiados por pasajes como Deuteronomio 18:10-12 que dice:

«Que no haya en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni nadie que practique la adivinación, ni sea agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni nadie que consulte a los muertos. Al Señor le repugnan todos los que hacen estas cosas, y precisamente por estos actos repugnantes el Señor tu Dios va a expulsar de tu presencia a estas naciones.»

La escritura no habla nada con respecto a Halloween, pero si nos da algunos principios con los cuales podemos tomar una decisión.

En la Torá, nos deja muy claro lo que dice Dios respecto a la brujería.

  • la brujería era un crimen castigado por la muerte (Éxodo 22:18; Levítico 19:31; 20:6, 27).

La enseñanza del B’rit Hadashá (Nuevo Testamento) con respecto al ocultismo es clara.

  • Hechos 8:9-24, el relato de Simón, muestra que el ocultismo y los hijos de Di’s no mezclan.
  • El relato de Elimas el hechicero en Hechos 13:6-11 revela que la hechicería está violentamente opuesta a Dios. Pablo llamó a Elimas un hijo del diablo, un enemigo de la justicia y pervertidor de los caminos de Di’s.
  • En Hechos 16:16-18, en Filipos, una joven adivina perdió sus poderes demoníacos cuando el espíritu maligno fue expulsado por Pablo. El punto interesante es que Pablo rehusó permitir incluso que buenos comentarios vinieran de una persona endemoniada.
  • Hechos 19 muestra a nuevos conversos que abruptamente han dejado atrás su ocultismo confesando sus obras malvadas, trayendo su parafernalia magia y quemándola frente a todos. (Hechos 19:19).

Entonces,

¿Hay algo malo en vestirse como princesa o vaquero e ir alrededor de la cuadra pidiendo dulces?

No, no hay nada malo en eso.

¿Hay cosas acerca de Halloween que son prácticas anti-bíblicas y deben ser evitadas?

¡Absolutamente sí! Esa es una razón suficiente para no ser partícipes de un evento como ese. Hay padres que permiten que sus hijos participen de Halloween, según ellos asegurándose previamente de que no se involucren en los aspectos más oscuros de ese día. Creo que la biblia es clara con respecto a no consentir con las prácticas paganas. No pueden los creyentes tomar parte en la fiesta de Halloween, ya que sus actitudes, vestimentas y lo más importante, sus comportamientos deben reflejar una vida redimida (Filipenses 1:27).

Hay muchas iglesias que tienen “festivales de la cosecha” e incorporan vestuarios, pero en un ambiente devoto. Hay muchos creyentes que distribuyen tratados, que comparten el Evangelio junto con dulces.

La decisión ultimadamente nos toca hacerla nosotros mismos. Pero como en todas las cosas, debemos de incorporar los principios de Romanos 14:1-13. No podemos permitir que nuestra convicción con respecto a cierto día de fiesta cause división en el cuerpo de Mashiaj, tampoco podemos usar nuestra libertad para causar que otros tropiecen en su fe. Debemos de hacer todas las cosas como para el Señor.

Tenemos que estar conscientes de las cosas que permitimos en nuestras vidas y dejamos entrar en nuestras casas.

Que nuestra meta sea celebrar las bendiciones que Di’s nos ha dado por medio de su hijo Yeshúa nuestro Mashiaj.

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Mashiaj con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré”.
2 Corintios 6:14–17


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Comments

  1. Gracias por la explicación MUCHAS BENDICIONES

  2. Laura Pino Sosa : febrero 21, 2019 at 6:44 pm

    Quisiera que me aclaren una duda,¿Los gentiles tambien podemos reunirnos con ustedes,o es solo para los judios?…Shalom Shalom.

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