«Los inicios de Bejatzrot Yeshúa nacieron en el corazón latente de hacer llegar al judío el evangelio de Yeshúa Hamashiaj de la manera judía, un trabajo muy difícil al que solo Di-s lo puso como una carga para hacerla en el Perú.»
Rav. Enrique Huamán
«Aperturamos los primeros tres servicios en un local alquilado en la cuadra 4 de la Av. Caminos del Inca en Surco. En noviembre del 2000 El resultado fue una casa para estudiar la biblia que duro casi tres meses, sin resultados en frutos, Luego alquilamos una pequeña oficina en un Centro Comercial, con el fin de hacer reuniones en los pasillos del tercer piso en ese local comercial por un año. Esto nos abrió puertas con otros ministerios internacionales al saber de nosotros. Una tarde una llamada telefónica a mi casa sonó y era de la esposa de un Oficial de una de las oficinas de la ONU en el Perú, nos llevó a compartir el evangelio a un abogado judío. Después de una semana de preparación aquel judío recibió a Yeshúa como su Mesías, fue el primer fruto judío. Ya había pasado casi dos años, en este tiempo mis hijos Israel y David, hicieron su Bar-Mitzva. La misma familia nos enlazó con la directiva de la IAMCS en USA que al saber de nosotros nos invitaron a viajar para conocernos y orar por nuestro ministerio porque ellos oraban por años para que en Perú hubiera un ministerio como el que hacíamos, ya que ellos tenían la misma carga ministerial. Fue una hermosa experiencia saber que no estábamos solos, en esa reunión habían cientos de líderes judíos y rabinos mesiánicos de todo el mundo que nos dieron la bienvenida, nos aceptaron como miembros oficiales de la IAMCS, nos dieron la diestra, un apoyo económico y la oportunidad de realizar la primera conferencia Judía Mesiánica en Lima – Perú. Era el mes de enero del 2003.
Iniciamos un programa de oración por Israel y los judíos en Radio del Pacifico a las 6 de la mañana. Abrimos otra casa de estudio y reuniones en el distrito de la Molina, y pudimos ver algunos frutos espirituales y de ellos pudimos hacer Tevilá/ Bautizamos a seis hermanos, 3 hombres y 3 mujeres en un río en el distrito de Cieneguilla. La conferencia pudimos realizarla a pesar de los muchos ataques y sinsabores que recibimos, fuimos abandonados por los amigos que nos apoyaban al notar los ataques en nuestro ministerio, pero Di-s nos abrió las puertas en esos días que no contábamos con un local para la conferencia. Di-s puso al Rector de una Universidad a quien al hablarle de Yeshúa fue el momento para que entregara su vida a Él; y en respuesta nos abrió las puertas de los auditorios de la universidad Inca Garcilaso de la Vega. Allí hicimos la conferencia, tuvimos visitas de varios judíos, pastores y líderes, el resultado fue el ser cada vez más conocido entre los cristianos y los judíos, que ahora nos veían con reservas.
De allí nos reunimos en un local de estudios de la cdra 9 de la avenida Arequipa, por unos meses, hasta que llegamos a la cuadra 1 de la calle Belisario Flores en la esquina de tres distritos, Lince, Jesús María y San Isidro, que era cerca de la zona judía.
Pudimos ver judíos que escuchaban y recibían el mensaje por unos dos años, era el año 2006. Luego debimos volver a viajar con toda mi familia a la conferencia de rabinos a Florida – USA. Cuando volvimos a Lima – Perú, los hermanos ya nos esperaban, esta vez, en un local del Ejército de Salvación donde estuvimos por varios años. Pudimos aumentar en número después de abrir casi siete casas de estudios bíblicos con el fin de discipularlos y hacer crecer el número, de 23 llegamos a casi setenta y a casi todos los bautizamos.
H`Shem nos llevo de nuevo a USA con mi hijo y en una cita muy especial en Fort Lauderdale – Florida fuimos invitados a una oficina donde había varios Rollos del Sefer Torá, Cuando me entregaron uno de ellos para nosotros fue muy emocionante, en medio de dos grupos judíos ortodoxo y nosotros aquella mañana pude estrechar fuertemente la Torá que en alguna parte de la historia de mi vida alguien de mi familia pudo haber sido el último pero que ahora en aquella ceremonia especial lo retomábamos. Para el año 2010 éramos más de 70 personas entre las que había familias judías y la mayoría de los que tenían raíces judías.
Pudimos realizar dos conferencias más (08/2017) y (11/ 2011).
Cuando se terminó el tiempo de estar allí nos fuimos a un local que estaba al frente del lugar en que empezamos la primera vez, Caminos del Inca en Surco. Un año después logramos conseguir un local en un cerro en una zona muy bonita, y todos lo ambientamos para realizar nuestras reuniones hasta quedar optima. Ahora los hermanos pudieron adaptarse a algunas costumbres más bíblicas, celebramos todas fiestas solemnes y matrimonios judíos, Tevilot, Bar Mitzvot, estudios bíblicos, reuniones de Shabat, clases de hebreo, contamos con un nuevo local y por primera vez ya es nuestro Centro de reuniones, con un centenar de hermanos, ahora ya nadie nos apura a salir para dejar el local, por el contrario, ya no quieren irse, cada Shabat es una expectativa de alegría, de unidad y de bendición en Yeshúa.”