Habiendo descubierto el tema de Sefirat Ha-Omer (la resurrección), los creyentes en el Mesías deberían de apreciar la importancia de esta festividad. De hecho, hay ironía en esto.
Los creyentes de la iglesia temprana, especialmente la iglesia romana del siglo cuatro, empezaron a perder el contacto con el entendimiento judío de la fe. Sin embargo, la iglesia quería mantener una celebración de la resurrección del Mesías.
Por lo tanto, el Concilio de Nicea (325 d.C.) estableció, entre otros edictos, que a los cristianos no se les permitieran conmemorar la Pesaj de los judíos, sino que celebrarían la resurrección en un nuevo día festivo llamado la Pascua (o Easter, en inglés). Según esta iglesia, una iglesia «occidental», la Pascua se guardaría el domingo después del equinoxio de primavera. Por consiguiente, hoy en día muchos cristianos se han olvidado de la íntima conexión que existe entre la resurrección y los días de fiesta judíos.
Uno puede preguntarse si no hubiera sido más sencillo y más claro seguir celebrando las grandes obras de Dios en los tiempos establecidos por Él. No es de sorprenderse que históricamente la iglesia ha tenido tan poca conciencia de su propia herencia judía. En estos últimos días, es maravilloso ver numerosos creyentes, tanto judíos como gentiles, anhelando entender el contexto original de la fe. Sefirat Ha-Omer puede ser una hermosa celebración para señalar al salvador resucitado del mundo, ¡Yeshúa Ha-Mashíaj!
En términos prácticos, se puede celebrar una conmemoración mesiánica de la fiesta de las Primicias al mecer la gavilla después del atardecer. Hoy en día la tradición judía es bastante sencilla y consiste principalmente en contar los días y cantar las bendiciones apropiadas. Los creyentes mesiánicos no deberían tener ningún inconveniente en incorporarlas en su práctica al guardar la fiesta.
Baruj atá Adonai Elojenu melej ja-olam, asher kidshanu bemitzvotav, le-jayot or le-goyim ve-natan-lanu Yeshúa meshijeynu ja-or la-olam.
Bendito eres Tú, oh Señor nuestro Dios, Rey del universo,
que nos has santificado con tus mandamientos
y nos has mandado ser una luz para las naciones
y nos has dado a Yeshúa nuestro Mesías, la luz del mundo.
Baruj atá Adonai Elojenu melej ja-olam, boré pe-ri ja-gafen.
Bendito eres Tú, oh Señor nuestro Dios, Rey del universo, que crea el fruto de la vid.
Baruj atá Adonai Elojenu melej ja-olam, ja motzi lejem min ja-aretz.
Bendito eres Tú, oh Señor nuestro Dios, Rey del universo, que sacas pan de la tierra.
Usted puede recitar las bendiciones sobre las gavillas de cebada o sobre una copa de granos, como quiera, levantándolas para ilustrar la verdad de esta fiesta. Un tiempo apropiado para pronunciar estas bendiciones es justo antes de la cena festiva.
Es de esperar que usted viva cerca de una congregación mesiánica y que pueda celebrar esta fiesta con un grupo grande de creyentes. Aunque nuestra congregación no ha escogido guardar el domingo de Pascua, encontramos el mismo mensaje celebrado a través de la fiesta judía. Una vez que se entiende, la tipología de las Primicias será apreciada por muchos que verán cómo todo de la fiesta señala la resurrección.
Un servicio mesiánico de los Primicias puede incluir, además de las bendiciones tradicionales sobre el omer, música de adoración y un mensaje escriturario que se refiere a la centralidad de la resurrección para nuestra fe en Yeshúa.
¡Él está resucitado en verdad!
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