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39. JUKAT – REGLAMENTOS

Parashá:    Jukat / Reglamentos

Torá:  Bamidbar / Números 19:1-22:1

Haftará:  Miqueas 5:6-6:8

Los Escritos Mesiánicos:

2 Pedro          2:1-22

Judas             11

Apocalipsis  2:14-15

 

INTRODUCCIÓN

 

El nombre de esta parashá Jukat, se deriva de la palabra Juk que es el mandamiento de la vaca roja es el juk, o la juká, más importante de la Torá.  El carácter juk son los que no tienen una explicación lógica o clara en la Torá.

Los mandamientos que tienen en nombre de juk o juká, están conectados de una manera especial con el Mesías. Como aquí tenemos la juká por excelencia, hay una conexión muy íntima en todo este rito con el Mesías.

Esta es una Parashá muy especial por los diversos temas en las que predomina un suceso oscuro, registra la muerte en varias ocasiones, la purificación a causa de la contaminación con los muertos, luego la muerte de María, después la muerte de Aarón, la matanza a los cananeos, la muerte de muchos por las serpientes ardientes, los muertos por las guerras contra Sehom y contra Og rey de Basan. Este punto es relevante por los diferentes eventos en esta parasha.

Ahora esta nueva generación de Israel después de 38 años de marchas y contra marchas como consecuencias a su incredulidad y desobediencia llegaron nuevamente a Cadesh. Esta zona es la salida del desierto. 

Así como se purificaron para salir del Sinaí, aquí se purificarían por medio de las cenizas de la Vaca Roja para salir del desierto. Ahora Israel dirige su rostro de nuevo hacia Canaán, y no estaban lejos del lugar. De nuevo ven el camino correcto: “Acampó el pueblo en Cadés” (v. 1).

 

Estos sucesos registrados en la Torá toma Shaliaj Shaul para decirnos: “Estas cosas les acontecieron como ejemplos para nosotros…y están escritas para amonestarnos a nosotros a quienes han alcanzados los fines de los siglos” (1Cor 10:6-11)

Hay muchos detalles registrados en la historia del pueblo hebreo en la Tora que se abren a nuestros ojos para estudiar, que nos dejan muchas interrogantes empezando en

¿Qué es lo que H`Shem quiere que aprendamos?

 

I. Allí murió María (v. 1) María la hermana mayor de Moisés y de Aarón, ella era la hermana que estuvo vigilándole cuando éste fue puesto en la arquilla de juncos (Éx. 2:4). Fue profetisa, y también guio a Israel (Mi. 6:4). Cuando Moisés y Aarón fueron con su vara delante de los israelitas, para obrar maravillas por ellos, María fue con su pandero delante de ellos alabando a Di-s por esas obras maravillosas (Éx. 15:20), Pero también aun que hizo un buen servicio en una ocasión murmuró gravemente contra Moisés (12:1), y por eso no debía entrar en Canaán.

 

II. Aquí hay otro Meribah.

1. No había agua para la congregación (v. 2). Es probable que, por algún tiempo, hubiesen estado en algún lugar donde tenían suficiente provisión de agua, y, siéndoles suministrada por providencia ordinaria era comprensible que el milagro cesase. Pero en este lugar resultó que no había agua, o que no la había en cantidad suficiente para la congregación.

2. Por este motivo se quejaron y amotinaron: Se juntaron contra Moisés y Aarón (v. 2). (A) Sus quejas demostraban que preferían haber muerto como malhechores a manos de la justicia divina antes que parecer olvidados por un poco de tiempo por la divina misericordia.

(B) Estaban enfadados por haber sido sacados de Egipto y conducidos a través de este desierto. En ese momento, sólo les escaseaba el agua; El fastidio de un corazón quejoso e ingrato endurece el corazón, y ya no querían solo agua, y quedarse en ese lugar, pero tampoco era bueno. No era lugar de sementeras, de viñas, ni de higuera. A todo le encontraban faltas.

3. Moisés y Aarón no les respondieron, sino que se retiraron a la puerta del tabernáculo para conocer lo que pensaba Di-s en este caso (v. 6).

4. Di-s se manifestó con su Gloria para decidir en la materia; no con castigo como antes lo había hecho con sus padres.

   (A) Para silenciar sus quejas y murmuración (v. 6). Si hubieran mirado con fe a la gloria del Señor hubieran frenado sus pasiones y concupiscencias, y controlaría sus bocas como con una brida.

    (B) H`Shem con su Gracia manda a Moises satisfacer sus justos deseos. Hablando a la Roca para que les de agua. a fin de mostrar que Di-s era tan poderoso como siempre para suministrar buenas cosas a su pueblo. Pero Moisés por segunda vez, golpeo la Roca en vez de hablarle en nombre de Di-s,

   (C) Promete que la peña dará su agua (v. 8), y así lo hizo (v. 11).

   (C) Cuando Di-s le dice a Moisés que hable a la peña, la cual haría lo que se le mandase, era para avergonzar al pueblo, al que tantas veces se había hablado, y no habían querido escuchar ni obedecer. Un corazón quejoso es la muestra de un corazón endurecido, tanto que no puede oir la voz de Di-s,

Podemos ver la dureza del corazón de su pueblo tanto que en los salmos hay muchos textos que registran que la piedra obedeció la voz de Di-s pero los hijos con el corazón quejoso no oyeron. Di-s le dice a Israel, “…Este ha sido el pecado desde tu juventud, Que nunca oestes mi voz”  (Jer 22:21)

Yeshua dijo “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen,.. y yo les doy vida eterna y nadie me las arrebatara de mi mano” Juan 10:27, 28.

 

5. Moisés y Aarón actuaron impropiamente en el desempeño de este asunto,  porque le quitaron a Di-s el propósito de enseñarle a su pueblo, porque se dejó llevar por su incredulidad. Tanto desagrado esto a Di-s que de inmediato les quito el honor de introducir a Israel en Canaán (vv. 10–12).

 

A) El pecado está claro en el texto. En primer lugar, su pregunta: ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?(v. 10), expresada en un momento de impaciencia e irritación, entraña una duda, frente a toda la congregación, de que Di-s fuese a cumplir la promesa hecha. De ahí que Di-s les diga: Por cuanto no creísteis en mí (v. 12).

Este pecado tuvo una nota más grave porque fue cometido delante de los hijos de Israel, para quienes debieron haber sido ejemplos de fe, esperanza y mansedumbre.

 

En segundo lugar, añadieron a su pecado de incredulidad uno nuevo la desobediencia, puesto que Di-s les había mandado simplemente que hablasen a la peña (v. 8), pero ellos hablaron al pueblo y golpearon la peña (vv. 10–11), lo cual no se les había mandado, aunque ellos pensaron que debían hacerlo.

En tercer lugar este pecado fue agravado por haberse arrogado el poder de hacer esta maravilla en la forma que hablaron a la congregación: ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? (v. 10), como si fueran ellos, y no Dios, quienes iban a realizar el milagro.

   B) De todo esto hemos de aprender:

        (a) Que los mejores pueden tener sus fallos, los cuales son más relevantes en los

              grandes hombres.

              Como escribio el Rabbi Samson Raphael Hirsch (6& 20, 1808 – 12/31, 1888):

              «El judaísmo enseña que cuanto más grande es una persona, tanto más estricta

              es la norma por la que se le juzga, y tanto más grave es la culpa y el castigo que

              ha de sufrir, si llega a apartarse de dicha norma».

        (b) Que el juicio de Dios acerca del pecado no es como el de los hombres.

 

Finalmente: El lugar se llamó, a consecuencia de este motín, Meribah = rencilla. Se le llama Meribá de Cadés(Dt. 32:51), para distinguirlo del otro Meribá. Así quedó como aguas de rencilla (v. 13), para perpetuar el recuerdo del pecado del pueblo, y del de Moisés, y también el recuerdo, no obstante, de la misericordia de Dios, que les dio agua y honró a Moisés, a pesar de todo.

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