SUCOT: Una guía mesiánica de cómo celebrarla
Una guía práctica para los creyentes en Yeshúa
El elemento central para la celebración de la Fiesta de los Tabernáculos es la enramada que llamamos sucá. Puede que usted quiera usar la descripción rabínica como guía (ver la explicación de la manera tradicional), pero no debe olvidar la libertad que tenemos de construir la cabaña como cada quien considere correcto. Al igual que todas las fiestas y costumbres bíblicas, la sucá es una “sombra” de lecciones mucho más grandes acerca del Mesías venidero (Colosenses 2:17).
La construcción de la sucá, puede ser un proyecto familiar educativo, entretenido, y ameno para todos. Ya sea que se trate de una choza pegada a la casa, o una estructura independiente, debe llevarse a cabo por cualquier persona dispuesta a ayudar. La estructura exterior puede armarse con varios materiales, que a su vez pueden ser fortificados con hojas, ramas o las palmas tradicionales. Por esta razón, ¡Sucot es también una magnífica excusa para podar las plantas de su jardín! Los niños disfrutarán mucho decorar la sucá con frutas, hojas o versículos de la Biblia recordatorios.
Se mencionó anteriormente, los judíos tradicionales empiezan a construir su sucá inmediatamente después de romper el ayuno de Yom Kipur. Muchos judíos y gentiles mesiánicos por igual, siguen esta costumbre invitando gente a su casa para una “Fiesta de Decoración de la Sucá”, que sirve a su vez para empezar a planear los eventos de la celebración que se aproxima.
Al llegar el 15 de Tishri, se prepara una cena festiva. El arreglo de la mesa probablemente sea uno algo informal, ya que la cena se sirve en la sucá. Y como todo es un recordatorio de los cuarenta años de campamento en el desierto, todo el evento toma más bien el tono de un día de campo, o picnic al aire libre, en lugar de una comida formal.
Al igual que todos los días de fiesta judíos, se inicia con las bendiciones sobre el fruto de la vid y la jalá (ver la apéndice). El primer día de la fiesta, también se recibe con la bendición Shehejiyanu para dar gracias a Dios por traernos un año más a esta celebración gozosa. Hay unas bendiciones en particular que se cantan este día sobre el sucá, así como sobre las Cuatro Especies. Después de la bendición por el vino y la jalá, se puede recitar lo siguiente:
Baruj atá Adonai Elojenu melej ja-olam,
asher kidshanu be-mitzvotav ve-tzi-vanu leshev ve-suká.
Bendito eres Tú, oh SEÑOR nuestro Dios, Rey del universo,
que nos has santificado con tus mandamientos
y nos ha mandado habitar en la Sucá.
Estas bendiciones normalmente se pronuncian solo en la primera noche de la fiesta, cuando se bendicen el vino y la jalá.
La bendición de las Cuatro Especies es diferente y se hace cada noche de Sucot. (Las Cuatro Especies, vienen “kasher desde Israel,” e incluyen el lulav y el etrog. Pueden ordenarse por anticipado en cualquier sinagoga o tienda de regalos judía. Si no hay disponibilidad de estos artículos, usted puede ensamblar su propia versión simbólica, usando una rama de palma, un limón amarillo, etc.). Aquí es cuando la lulav (palma) y el etrog (citrón o cidro) se levantan en alto, la primera en la mano derecha y el segundo en la izquierda. Sosteniendo las dos juntas, se recita lo siguiente:
Baruj atá Adonai Elojenu melej ja-olam,
asher kidshanu be-mitzvotav ve-tzi-vanu al ne-tilat lulav.
Bendito eres Tú, oh Señor nuestro Dios, Rey del universo,
que nos has santificado con tus mandamientos
y nos has mandado levantar la lulav.
En seguida se sirve la cena tradicional, que puede incluir algo los frutos de la cosecha de la temporada. Dependiendo de la disponibilidad que haya en el área donde vive, es posible que las congregaciones mesiánicas locales tengan un servicio esa noche para celebrar el gozo encontrado en el mensaje de Sucot.
Existe un énfasis especial en las hakafot (procesiones), en las que los feligreses marchan alrededor del santuario, meciendo su lulav y cantando los Salmos de Hallel, o de Alabanza (113–118).
Durante los ocho días del festival, se lleva a cabo la cena observando los elementos principales ya mencionados. Pero los servicios de la sinagoga solo son los dos primeros días. Para realmente entrar en el espíritu de Sucot, y si el clima es apropiado, se recomienda que toda la familia pase la noche en la sucá, bajo las estrellas.
Como se mencionó anteriormente, el séptimo día de la fiesta tiene mucho significado espiritual para los creyentes en Yeshúa (ver Juan 7:37 y los versículos que le siguen). Sin embargo, el octavo día nos trae otro día festivo que es muy especial, Sh’meni Atzeret (literalmente, el octavo día de la Asamblea). Como se menciona en Levítico 23:36, este día se debe de apartar como un Shabat y día de Asamblea Sagrada.
La mayoría de las sinagogas más tradicionales y las congregaciones mesiánicas llevan a cabo servicios especiales para recordar este día. Tanto judíos como gentiles mesiánicos continuamente buscan encontrar lecciones espirituales más profundas acerca de los tiempos establecidos por Dios.
0 ¿Por qué mandaría Dios una conmemoración especial en el octavo día de Sucot? Además, de ser el cierre del festival, puede que haya una conexión especial con la vida del Mesías. Si nuestra teoría acerca de que el Mesías hubiera nacido en el primer día de Sucot es correcta, ¿qué hubiera tenido que suceder ocho días después de nacido? ¡Cualquier buen padre judío les podría decir! En ese día, todos los bebés judíos varones toman la señal del Pacto Abrahámico, a través de la circuncisión (Génesis 17). Igualmente así con Yeshúa.
Cuando se cumplieron los ocho días y fueron a circuncidarlo, lo llamaron Jesús (Yeshúa), nombre que el ángel le había puesto antes de que fuera concebido. (Lucas 2:21).
Los creyentes en el Mesías tienen muy buenos motivos para recordar Sh’meni Atzeret. Verdaderamente Yeshúa “se hizo servidor de los judíos para demostrar la fidelidad de Dios, a fin de confirmar las promesas hechas a los patriarcas” (Romanos 15:8).
Como si todos estos días de fiesta no fueran suficientes, la comunidad judía ha agregado un noveno día adicional a Sucot llamado Simjat Torá (Gozo en la Ley). Como su nombre lo implica, este día celebra la revelación de Dios simbolizada en el rollo de la Torá. Es un tiempo de gozo tremendo, con danza y música alegre.
Una parte central del servicio es la lectura de los últimos capítulos de Deuteronomio, para luego volver a iniciar el ciclo de lectura, que comienza de nuevo con los primeros capítulos de Génesis. Aunque este día de fiesta fue creado en la Edad Media por el judaísmo rabínico, los creyentes en Yeshúa pueden ciertamente afirmar la idea detrás de la fiesta: La Palabra de Dios es buena, y debe ser revelada. Inclusive, ¡debe ser celebrada gozosamente! ¡Cuanto más todavía para los creyentes en Yeshúa Ha-Mashíaj, él la Palabra que se hizo carne en este tiempo del año!
Con el cierre de Simjat Torá, llegamos al final de la temporada de los Días Solemnes. ¡Qué verdades maravillosas son evidentes! Cual completa es la imagen que Dios nos muestra acerca de su plan para los días postreros. Algún día, muy pronto, el shofar sonará para anunciar la reunión de los creyentes. A lo cual le seguirá el solemne Día de la Redención, cuando Yeshúa regrese por segunda vez a la tierra. ¡Esto a su vez, llevará a todos los creyentes a la gozosa celebración del Reino de Dios en Sucot!
Espero que todos estemos listos para habitar en aquel tabernáculo santo de nuestro Padre Celestial.
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