Ta’anit Bejorot: El Ayuno de los Primogénitos – Una Perspectiva Mesiánica

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El Ta’anit Bejorot, o el ayuno de los primogénitos, es una tradición judía observada en la víspera de Pesaj (Pascua). Este ayuno conmemora un evento crucial en la historia de la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto: la décima plaga, en la cual Dios hirió a todos los primogénitos egipcios pero pasó por alto las casas de los israelitas marcadas con la sangre del cordero pascual (Éxodo 12).

Origen Bíblico y Significado Histórico:
El origen del Ta’anit Bejorot se encuentra directamente en el relato bíblico de la décima plaga. Esta plaga fue el golpe final que quebrantó la resistencia del Faraón y lo obligó a liberar a los israelitas. La distinción hecha por Dios entre los primogénitos egipcios y los israelitas subraya la intervención divina y la protección especial otorgada al pueblo elegido.


Tradicionalmente, este día de ayuno es observado por los varones primogénitos de las familias judías. La razón detrás de esta especificidad radica en la conmemoración de haber sido librados de la muerte que afectó a los primogénitos egipcios. Existe una tradición donde, si el primogénito es un niño demasiado pequeño para ayunar, el padre ayuna en su lugar. Si el padre mismo es primogénito, la madre ayuna por el niño en Erev Pesaj. Cuando Erev Pesaj cae en Shabat, el ayuno se adelanta al jueves, ya que está prohibido ayunar en Shabat excepto en Yom Kipur.

Costumbres y Tradiciones:
Una costumbre ampliamente practicada ofrece una exención del ayuno. Basándose en el principio de que está prohibido abstenerse de comer en una ocasión alegre, el judaísmo permite que aquellos que participan en una celebración religiosa no ayunen. Esto ha llevado a la práctica de celebrar un siyum (conclusión) del estudio de un tratado del Talmud después de los servicios matutinos en la víspera de Pesaj. Los primogénitos están invitados a asistir a esta conclusión y compartir una comida festiva, considerada una seudat mitzvá (comida en honor a un mandamiento, en este caso, el estudio de la Torá), que los exime del ayuno.

Entre algunas comunidades sefardíes, se menciona que las mujeres solían observar el ayuno de los primogénitos. En comunidades sirias, esta práctica era rigurosa e incluía a las mujeres en el siyum y la seudat mitzvá. Otra costumbre, menos común, era que algunas comunidades organizaban matrimonios de personas pobres en la víspera de Pesaj, invitando a los primogénitos a la cena nupcial, que también se considera una seudat mitzvá y los exime del ayuno.

La Perspectiva Judío Mesiánica: Yeshua y el Ta’anit Bejorot
Para nosotros, como congregación judía mesiánica, el Ta’anit Bejorot adquiere una dimensión aún más profunda a la luz de nuestra fe en Yeshua (Jesús) como el Mesías prometido. Vemos en esta tradición ancestral una rica conexión con la obra redentora de nuestro Señor.


* Yeshua: El Primogénito Definitivo: En la teología mesiánica, Yeshua ocupa un lugar central como el Hijo unigénito de Dios (Juan 3:16) y el «primogénito entre muchos hermanos» (Romanos 8:29). Las Escrituras lo proclaman como el primogénito de toda la creación (Colosenses 1:15), aquel a través de quien todas las cosas fueron hechas. Por lo tanto, el ayuno de los primogénitos puede ser visto como un reconocimiento y una reflexión sobre la singularidad y la preeminencia de Yeshua como el Primogénito divino.
* Su Sacrificio Expiatorio: El Paralelismo con el Cordero Pascual: Así como la sangre del cordero pascual protegió a los primogénitos israelitas de la ira divina, nosotros vemos el sacrificio de Yeshua en la cruz como el acto supremo de redención que nos libra de la muerte espiritual y la esclavitud del pecado. Él es nuestro Cordero Pascual (1 Corintios 5:7), cuyo sacrificio perfecto nos ofrece la vida eterna. El Ta’anit Bejorot se convierte así en un tiempo para meditar profundamente sobre este sacrificio expiatorio y la gracia inmerecida que hemos recibido.
* Identificación con el Sufrimiento y la Resurrección: Yeshua, como el Primogénito que dio su vida por muchos, experimentó el sufrimiento y la muerte antes de su gloriosa resurrección. Participar en el ayuno puede ser una manera de identificarnos, de forma limitada, con su sufrimiento y de anticipar la plenitud de la redención que su resurrección trajo.
* La Nueva Alianza y la Libertad Espiritual: La Pascua conmemora la liberación de la esclavitud física. Para los creyentes en Yeshua, esta liberación apunta a la libertad espiritual que hemos obtenido a través de su muerte y resurrección, estableciendo la Nueva Alianza prometida (Jeremías 31:31-34; Lucas 22:20). El ayuno puede ser un tiempo para enfocarnos en esta libertad del pecado y la nueva vida que tenemos en Él.


Aplicación en Nuestras Congregaciones Mesiánicas:
Considerando nuestra identidad como judíos mesiánicos, podemos aplicar el Ta’anit Bejorot de las siguientes maneras:
* Inclusión de Todos los Primogénitos: Reconociendo la igualdad que tenemos en el Mesías (Gálatas 3:28), nuestra congregación podría alentar a todos los primogénitos, tanto hombres como mujeres, a participar en el ayuno como un tiempo de reflexión personal y dedicación a Dios.
* Enfoque Mesiánico en la Enseñanza: Durante las reuniones y estudios bíblicos en Erev Pesaj, el enfoque se centrará en cómo los eventos del Éxodo prefiguran la obra redentora de Yeshua. Se explorará la tipología del cordero pascual, la liberación de la esclavitud y el establecimiento de un nuevo pacto a través de su sangre.
* Siyum con Perspectiva del Nuevo Pacto: La tradición del siyum podría adaptarse para incluir el estudio y la conclusión de un libro del Nuevo Testamento o enseñanzas que resalten la conexión entre la Pascua y la vida, muerte y resurrección de Yeshua.
* Oración y Comunidad: Este día puede ser un tiempo especial para la oración congregacional, expresando gratitud por la redención en Yeshua e intercediendo por nuestra comunidad y por todo el pueblo judío.
* Santa Cena (Comunión): Dada la profunda conexión entre la Pascua y la Última Cena, donde Yeshua instituyó la Santa Cena, nuestra congregación podría celebrar la comunión al finalizar el día de ayuno o durante el Seder de Pesaj, recordando su sacrificio expiatorio.
En este Ta’anit Bejorot, que nuestros corazones se vuelvan con gratitud hacia Yeshua, nuestro Primogénito y Salvador, quien a través de su sacrificio nos ha traído la verdadera liberación y la promesa de vida eterna.

Que este tiempo de reflexión nos fortalezca en nuestra fe y nos una como comunidad en el amor y la verdad del Mesías.

¡Que tengamos una Pesaj llena de significado y la profunda alegría de nuestra redención en Yeshua!


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